Blogia
Una sumisa

El cielo está nublado

El cielo está nublado El cielo está nublado, las estrellas se esconden tímidas a la luz de la luna y a nuestros ojos. El firmamento es de un color azul oscuro, tan profundo, lejano, distante...
Te dejas llevar por su inmensidad, y ves que es bello, pero ¿el qué es bello? Sigues flotando y lo ves claro en esa inmensurable oscuridad; lo bello es aquello en lo que crees, lo que te hace disfrutar un momento y seguir al siguiente sin cansarte. Te sientes bien ahí arriba, ¿por qué?.... Sí, porque estás a solas y puedes mostrarte como eres sin temor a defraudar o molestar; en este momento eres tú, lo que importa eres tú, en lo que crees es en ti, todo lo que existe eres tú, y todo ello gracias a tan sólo un instante de egoísmo y un préstamo temporal de ese inmenso cielo azul. Ahora ya no flotas, estás abajo, y las estrellas asoman a la luz de la luna. Caminas distraída, paseas por lugares que no te importa si son fríos o cálidos, si te traen recuerdos dulces o amargos, porque ahora lo que te importa sigues siendo tú, pero tu persona presente, no la pasada; sino esa que ha resurgido y ha vuelto, ha bajado del cielo para ser mejor, para ser ella misma. Sigues andando, cada vez el camino se hace más oscuro, pero tu no tienes miedo, al contrario, a cada luz que a tu alrededor se apaga, una seguridad despierta en tu interior; y ves que en el cielo, allá arriba, las estrellas brillan con más intensidad; a cada momento que pasa más oscuro es tu camino, más brillantes las estrellas y entre ambos, tú cada vez más segura de ti misma. Porque te has alejado de tu entorno; has cerrado los ojos y has creído estar aislada de toda esa competencia que te rodea día a día, que te obliga a luchar contra todo y contra todos; que te hace decir cosas que no sientes; que te hace desear lo ajeno, anhelar todo aquello que has dejado ir... Pero no, ahora no hay lucha, competencia ni lamentos, porque en este momento has vuelto a la vida, y nada podrá contigo. Adiós al pasado; saludemos al futuro, pues al presente ya lo conocemos y aliado nuestro se ha vuelto. Crees en ti, te importas tú y te gustas tú. Ahora empiezas a disfrutar de la vida; el antiguo presente que tú tenías por enemigo, es ahora pasado; y tu fiel compañero es el presente que te acompañará eternamente hasta presentarte a tu anhelado futuro.

0 comentarios