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Una sumisa

La Fiesta

Nunca había ido a una fiesta fetish y la verdad es que no sabía muy bien qué esperarme. Mi Amo me había indicado qué ponerme para la ocasión, había escogido un vestido de licra negro lleno de cremalleras, tan corto que poco dejaba a la imaginación. Al principio me sorprendió que me dijera que me pusiera las bragas que tenía a juego con dicha vestimenta, unas con cremallera, pero más tarde entendería el porqué…

Antes de salir comenzaron los preparativos, primero el baño al Amo. Un baño caliente con espuma. Yo estaba desnuda de rodillas junto a la bañera mientras frotaba a mi Amo suavemente con una esponja, después me indico que me metiera en la bañera para que le sirviera de almohada y así lo hice, me puse detrás de El, y se recostó sobre mi pecho mientras yo con mis manos recorría su cuerpo. Cuando se hubo cansado de aquello me recordó que su miembro requería unos cuidados especiales, de modo que dejé una toalla doblada para que le sirviera de reposa cabeza, me situé frente a El y comencé a masajearle la entrepierna con la mano. Notar como el miembro de mi Amo crece y se pone duro entre mis manos es una sensación que me encanta, pero aun me gusta más sentirlo dentro de mi boca, de modo que le pedí permiso para ello; El no respondió, tan solo me guiñó un ojo. Yo agache mi cabeza y la sumergí en el agua y comencé a lamer, primero sus huevos y después su miembro que se ponía más y más duro cada vez. Al principio no aguantaba mucho rato debajo del agua, pero las manos de mi Amo sobre mi cabeza me obligaban a aguantar cada vez un poco más. Yo estaba muy excitada y El lo notó, de modo que me ordenó que parase de inmediato y que le aclarase. Una vez que salió de la bañera le di un masaje por todo el cuerpo y cuando El se dio cuenta de que mi excitación ya había bajado un poco me ordenó que me pusiera a cuatro patas y me penetró hasta que los dos quedamos satisfechos.

La ropa que mi Amo iba a vestir aquella noche ya estaba sobre la cama, de modo que fui a buscarla y le vestí lentamente. Después me tocaba a mi prepararme.

Mientras me vestía mi Amo estuvo sentado en una butaca en la esquina de la habitación observándome, sabe lo incómoda que me siento cuando me observan y le encanta verme en ese estado mezcla de nerviosismo y excitación… Tardé más de lo normal en arreglarme, siempre siguiendo las órdenes que mi Amo me había dado: pelo suelto, poco maquillaje, mejillas sonrosadas y labios rojos, medias con blonda, zapatos de tacón y por supuesto el collar de paseo. Yo aun estaba excitada, veía a mi Amo y quería más, pero sabía que no era el momento, de modo que contuve mis instintos y continué acicalándome para El.

Ya estábamos los dos preparados cuando de pronto alguien llamó a la puerta. Mi Amo me indicó que fuera a abrir y aunque tal y como iba vestida me daba mucha vergüenza, no se me pasó por la cabeza decirle que no. Me acerqué a la puerta y abrí. Ante mi había una pareja de chicos amigos de mi Amo. Se quedaron algo sorprendidos al ver mi apariencia, pero mi Amo apareció en seguida detrás de mí y les invitó a pasar. Tomamos una copa en casa antes de salir y ninguno de ellos hizo ningún comentario acerca de mi atuendo, pero por sus miradas estaba claro que les impactaba. Mi Amo estaba disfrutando con aquella situación, yo no sabía qué decir ni cómo ponerme, si me sentaba el vestido casi se me subía hasta la cintura (menos mal que esta vez mi Amo me había permitido llevar ropa interior), y si me quedaba de pie parecía el artículo de una subasta. Cada vez que miraba de reojo a mi Amo veía un brillo en sus ojos, le gustaba notar la vergüenza que estaba pasando. Por suerte eso no duró mucho. Cuando mi Amo dijo que ya nos íbamos, sentí cierto alivió, tenía ganas de llegar ya a la fiesta, pero ¡oh ilusa de mi! ; no íbamos a ir directamente a la fiesta, mi Amo tenía otros planes.

Cogimos un taxi en el que a regañadientes me tuve que sentar delante junto al taxista, que no dejo de mirarme las piernas y fuimos a un bar al que mi Amo solía ir con sus amigos. Estaba claro, quería verme pasarlo mal (en el buen sentido) y desde luego quería exhibirme. Al principio me sentí engañada, pero pronto se me pasó esa sensación. Los hombres que allí estaban me miraban de reojo sin atreverse a aguantar mi mirada, y las mujeres que los acompañaban cuchicheaban unas con otras mirando hacia mi. Estuvimos allí cerca de media hora, treinta minutos que a mi se me hicieron eternos, pero en los que mi Amo no dejó de vigilarme con la mirada en ningún momento. Yo estuve sentada en un taburete todo el tiempo siguiendo instrucciones de mi Amo y cualquiera que me mirara podía ver perfectamente mis piernas y mis nalgas por debajo del vestido; mis pechos luchaban por bajar la cremallera que los retenía; era una auténtica provocación y a mi terminó gustándome. Los dos chicos que habían estado en casa fueron los encargados de darme conversación en todo momento, puesto que mi Amo se quedó alejado de la escena observando. Yo le miraba de vez en cuando por si me daba alguna indicación, pero no lo hizo, lo único que quería era verme mientras me sentía observada por toda aquella gente.

Cuando salimos de allí ninguno de los dos dijo nada sobre todo lo que había sucedido, tan solo me dio un dulce beso y me cogió de la mano mientras nos dirigíamos a la fiesta. Los dos habíamos disfrutado de aquella situación, cada uno a su manera y no hacía falta decir nada ^_^

Llegamos al lugar donde se celebraba el evento. Había algunas jaulas y tarimas con una barra en el medio y algun@s sumis@s estaban ya siendo exhibidos en ellas, al fondo, junto a la barra unas cortinas daban paso a otra sala: la mazmorra. En la mazmorra uno podía encontrar todo cuanto quisiera, sillas de bondage, cruces, potros, enganches, cualquier cosa; y además tenían a disposición de quien lo desease un repertorio de fustas, paletas, esposas, látigos y demás artículos. Mi Amo y yo nos dirigimos hacia la barra, pedimos algo para beber y me indicó que le esperara allí, dejó amarrada mi correa a unos enganches que había en la barra y se fue a hablar con una persona que estaba al final de la barra. Cuando volvió yo estaba hablando con una pareja que se me habían acercado que resultaron ser conocidos suyos, se trataba de un Ama con su sumiso. Tuvimos una animada charla durante la cual mi Amo estuvo metiéndome el dedo en mi ano; al principio yo pegué un bote, no me lo esperaba, pero luego poco a poco me fui relajando y lo fui disfrutando ^_^ Pasaba la noche y mi Amo me fue presentando a más gente, conocí a mas esclav@s y sumis@s con los que intercambié ideas y a Amos que mi Amo me presentaba. Las cremalleras de mi vestido habían sido bajadas poco a poco por mi Amo, pero a mi no me había importado, me sentía bien, me sentía a gusto. Después de un rato mi Amo me llevó a una mesa y me indicó que adoptara mi postura de sumisa en el suelo junto a El. No tardaron en acudir la pareja que había conocido al principio, y mientras mi Amo charlaba animadamente con el Ama, el sumiso y yo seguimos las indicaciones de nuestros respectivos Am@s; él se puso de pie, con las manos esposadas a la espalda y yo de rodillas frente a él comencé a chupar su miembro. No era la primera vez que lo hacía delante de mi Amo, pero sí delante de tanta gente, de modo que para no pensar en ello, en la cantidad de gente que me podía estar viendo, cerré los ojos y me puse a ello. Al principio era un sentimiento de resignación, pero poco a poco comencé a disfrutarlo. El chico parecía que ya estaba acostumbrado, ya que no disimuló en ningún momento los gemidos ni trató de disimular como se aceleraba la respiración; cuando ya me comencé a sentir más cómoda abrí los ojos y miré a mi Amo, continuaba charlando con el Ama, pero me miraba y sonreía, cuando volví a mirar al chico sentí que había más gente mirando y ¡vaya si la había! De pronto paré en seco, estábamos rodeados de gente y eso me paralizó; mi Amo en seguida se dio cuenta y se acercó a mi, me acarició y me empujó suavemente la cabeza indicándome que continuara, mientras me susurraba que lo estaba haciendo muy bien y que después me daría mi premio. Sus palabras me tranquilizaron algo y continué, pero aunque cerraba los ojos, podía sentir las miradas de todas aquellas personas, era una sensación de lo más extraña, era como si absolutamente todo el mundo que allí había nos estuviera mirando, me sentía como una atracción de feria. Intenté no pensar, seguí a lo que estaba y de pronto noté una mano en mi trasero, instintivamente traté de girarme para ver quien era, pero una mano sobre mi cabeza me lo impidió; la mano continuó acariciando mi culo mientras yo seguía chupándole el miembro a aquel chico; ¡me estaba gustando aquello, estaba disfrutando! La misteriosa mano paso a acariciarme el clítoris y note como algo se movía a la entrada de mi vagina, era un vibrador; no me lo podía creer, pero era cierto, lo que estaba sucediendo era real, de modo que decidí abstraerme y disfrutar lo más que pudiera. El vibrador no paraba de jugar en la entrada de mi conejo cada vez más húmedo, mientras la mano alternaba azotes con caricias en mi trasero; yo seguía chupándole el miembro a aquel chico, que cada vez respiraba más y más deprisa, notaba como comenzaba a salir liquido de su pene. Entonces el vibrador se introdujo en mi vagina y comenzaron a moverlo, yo trataba de moverme, de jugar con el aparato, pero a la vez estaba disfrutando de los azotes que sentía en mis nalgas. Tenía los ojos cerrados cuando sentí como el chico sacaba su miembro de mi boca y se corría en mi cara, entonces apoyé mis manos en el suelo, me puse a cuatro patas y comencé a moverme para sentir el vibrador bien dentro de mi; los azotes se intensificaron y yo estaba disfrutando mucho. Como surgido de la nada vi a mi Amo frente a mí, sentado en una silla, observando y sonriendo. Quería hablar, decirle algo, pero no podía, estaba demasiado caliente y excitada; estaba a punto de correrme. Cuando ya no podía más comencé a gemir y a arquear mi cuerpo y note como el vibrador se movía más y más, cada vez lo sentía más dentro, más al fondo, se acompasaba con los azotes, hasta que por fin mi Amo me hizo un gesto de aprobación y entonces me corrí. Bajé la cabeza y me acurruqué en el suelo, me sentía sucia, aliviada, pero sentía mucha vergüenza, no me atrevía a levantarme, no me atrevía a levantar la cabeza… Note una mano que me acariciaba la espalda, era mi Amo, me susurró que no pasaba nada, que había estado muy bien y que estaba orgulloso de mi; esas palabras me alegraron y le miré, le sonreí y me incorporé; le seguí y volví a adoptar mi postura de sumisión junto a El en la mesa.
Nunca supe quien había estado detrás de mí ese día, nunca se lo pregunté a mi Amo y El nunca me lo dijo. Eso no tiene importancia. El estuvo allí en todo momento, sabía que yo disfrutaría de aquello tanto o más que El y lo preparó para los dos. Cuando llegamos a casa recibí mi premio, pero eso ya es otra historia ^_^

9 comentarios

LIBRERAL -

Un placer poder leer esta hitoria , excitante y placentera,es otra forma de ser otro observador más, el diferido. Gracias

alfredo -

guau!!
que deleite con una sumisa como tu
me parece que estas deleitandonos de lo lido con esas historias

Una sumisa -

Gracias cris, jejeje, está visto que mi imaginación aun funciona bastante bien ^_^

cris -

Ay... me dejaste sin palabras...

Don Gato, ni de mañana ni de tarde.. Leer esto es inducir al cerebro a fantasear de forma brutal...

Felicidades por vivir en primera persona esta situación, sumisa.

besitos :)***

aconcita{Acn} -

yo estoy demasiado dormida para decir nada, o no, si tu Amo está orgulloso de ti y tu estás satisfecha por complacerle, felicidades a ambos

Una sumisa -

Muchas gracias Minadano, un placer que le haya gustado ^_^

Mindano -

Al comentario de Don Gato he de añadir que yo lo he leído ya bien de noche. De todas maneras es una historia para leer en cualquier momento, ya que marque lo que marque el reloj me parece maravillosa.

Una sumisa -

Muchas gracias Don Gato. Un placer tenerle por aqui. No se preocupe, dicen que hay que leer, de modo que yo tan solo trato de colaborar a ampliar el círculo de personas que lo hagan, no hay nada de malo en leer ¿no? Cualquier momento del día es bueno ^_^
Hasta otra mi gatuno lector.

Don Gato -

Ay señor, que leer estas cosas de mañana no puede ser nada sano. Enhorabuena =^-^=