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Una sumisa

Esperanza y fe

Esperanza y fe

Esto no es nada nuevo. Ya son unos cuantos años que se repite la misma situación.

Algunos pensarán que no debería seguir soñando, que debería dejar de hacerme ilusiones; pero no puedo. Hay algo que me lo ha impedido desde el primer momento, y no es otra cosa que pensar que es posible y que además funcionaría.

Hubo una época en la que lo vi realmente cerca, pensé que estábamos por fin en la dirección correcta. Todo parecía fluir, todo parecía encajar por fin…pero algo se torció.

Varias han sido las etapas de frustración, de no saber qué hacer ni hacia donde seguir. Pero también ha habido épocas en la que sonreía al despertar, incluso antes de abrir los ojos. Cada día era una nueva oportunidad para sentir que era Suya y que Él así me lo hacía saber. Cada día un paso más hacia esa situación que a día de hoy sigo anhelando. Cada día una nueva sorpresa que aguardaba. Como es lógico hubo sus más y sus menos, pero recuerdo esas etapas con cariño, y también con nostalgia.

Nunca he terminado de saber porque acababan, porqué de un día para otro todo se desvanecía y yo desaparecía. ¿Cómo era posible que todo aquello se esfumara de repente?

Esas dudas son posiblemente también las responsables de que a día de hoy siga creyendo en ello, siga ilusionándome y siga pensando que algún día se hará realidad, de nuevo. Porque pienso que esa complicidad, esas ganas de crecer y descubrir juntos no se han podido esfumar.

Quizás me equivoque y no existiera nada de eso por su parte; quizás todo son imaginaciones mías y en realidad no es más que un divertimento pasajero para él; puede ser. Pero el no saberlo es en parte uno de los alicientes para seguir peleando.

Porque sé que funcionaría, porque sé que encajamos y porque sé que juntos, de verdad, podríamos llegar a ser felices y tener cada uno nuestros espacio. Sé que es posible, y sé que yo aprendería a manejar todo aquello que ahora se me antoja tan difícil.

Hay tantas cosas que me gustaría descubrir, aprender y sí, también demostrar.

Tenía la esperanza de que esta última vez que nos vimos fuera de nuevo un comienzo. Yo estaba dispuesta, en realidad estaba ansiosa porque así fuera. Quería volver a comprometerme y volver a ser Suya, solo que esta vez quería ir un paso más allá. Creí que Él también lo quería, y estaba dispuesta a aparcar miedos e inseguridades, a compartirle todos mis temores y todas mis ilusiones. Pero no fue así.

A mi modo de verlo solo es cuestión de confiar, confiar el uno en el otro y, sobretodo y ante todo, confiar en que es posible y desearlo; desear ser libres ambos y compartir esa libertad y disfrutarla; porque eso sería disfrutarla dos veces.

Yo creo en ello y por eso sigo aquí; por eso insisto, aunque en ocasiones crea que sea mejor quedarme en las sombras a la espera de alguna muestra. Pero sigo aquí, siempre he seguido y supongo que siempre seguiré. Porque creo en ello y porque se que aún me queda mucho que aprender y quiero hacerlo de Su mano.  Le quiero como amigo, como compañero y como Amo, y quiero que Él me acepte del mismo modo. Quiero poder decir "soy Suya".

3 comentarios

1_sumisa -

Muchas por tomarse su tiempo en leer este blog, y más aún por sus comentarios. En ocasiones todo lo que necesitamos es desahogar, otras veces encontrar esa persona de la que habla...si ha de llegar algún día llegará. Una vez más gracias por su tiempo y su interés y naturalmente por sus palabras. No dude que pasaré por su blog en cuanto tenga el tiempo necesario para hacerlo con calma. Un saludo,
1_sumisa

Petrus -

Me ha encantado tu forma de sentir la sumisión. Te dejo el enlace a mi blog por si te interesa... Gracias por entender el BDSM en toda su pureza.

http://majestictheone.blogspot.com.es/

Petrus -

Tú lo has dicho... Solo es cuestión de confiar, confiar el uno en el otro y confiar en que es posible y desearlo; desear ser libres ambos y compartir esa libertad y disfrutarla... Esa es la única y verdadera clave.