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Una sumisa

Redes sociales, Grey y el BDSM.

Antes de nada comenzaré diciendo que no me considero una experta en el tema, ni en BDSM ni en relaciones D/s, siempre he pensado que soy bastante ignorante, que me queda mucho por aprender y por supuesto que jamás se puede llegar a dominar algo que es tan variable y subjetivo, pues depende de los propios gustos y pensamientos de las personas que lo practican.

Imagino que todos estaremos de acuerdo en que existen tantos tipos de posibilidades, prácticas y relaciones como tipos de personas hay en este mundo. Los gustos difieren y no tienen porqué coincidir con los nuestros para que los consideremos válidos o no. Yo soy la primera a la que determinadas prácticas me tiran para atrás por diversas causas, pero no es ese motivo para descalificar o crucificar a quien las encuentra atractivas, placenteras y sugerentes.

Cuando comencé a leer e investigar sobre el BDSM, hace ya unos años, lo más habitual eran los blogs, las páginas web y las salas de chat, principalmente el IRC. Hoy parece que las páginas web han quedado relegadas a “bibliotecas” de videos y fotos con material de todo tipo, los blogs cada vez son menos habituales y el IRC ha sido sustituido por las redes sociales del momento como Twitter o Facebook.

En aquellos tiempos de IRC las cosas no eran mejores ni peores que ahora, pero sí creo que eran diferentes. No sé muy bien si es percepción mía o realidad, pero lo cierto es que pienso que hace unos años había más información sobre el tema, sobre prácticas, consejos, ideas, etc. de lo que hay ahora. Hoy en día la mayoría de lo que encuentro parecen ser verdades absolutas y cuentos de príncipes y princesas que poco o nada tienen que ver con la realidad, al menos no con la mía. Es completamente estúpido resumir en una frase el sentir de personas tan diversas que habitan este mundo. Es totalmente incoherente tratar de unificar los gustos de un colectivo entero. Es cierto que hay determinadas cosas que sí son comunes a todos, como diferenciar entre BDSM y maltrato, y tener siempre presente que Doms y sumisos/as son personas, pero claro, es que señoras y señores, eso es así en el mundo del BDSM y en la China, vamos, que es sentido común.

Hasta aquí imagino que el que más y el que menos estará de acuerdo conmigo. Pero entonces…¿a qué viene esa tendencia de criticar, juzgar e incluso ridiculizar a quienes tienen una visión diferente? Sí, me estoy refiriendo al tema tan de moda últimamente, el del exitoso libro y consiguiente película de Grey (lo siento pero las cifras hablan por sí solas y sí, es un éxito, nos guste o no). Ante todo hay que tener en cuenta que estamos ante un libro, una novela de ficción, que lo que pretende es vender y enganchar a un público determinado, por lo que como es lógico tiene que idealizar la experiencia para atraer y no espantar. No se trata de un manual de BDSM ni nada similar, no creo que su finalidad sea la de instruir o enseñar a aquellos que quieran introducirse o profundizar en este magnífico, apasionante y sufrido mundo. Es una novela y punto. Deberíamos pensar en ella como tal y no darle la importancia que no tiene. Si gente ajena a este mundo se lleva una percepción equivocada de lo que las personas que vivimos esto tenemos, allá ellos. Si nos atañe directamente porque alguien de nuestro entorno conoce nuestras tendencias y percibe en la novela o la película lo que no es, es tan fácil como hacerles ver la realidad de lo que cada uno vive y experimenta. Me van a perdonar en las palabras, pero a mi es que me la suda la idea que la gente que no conoce nada de esto se lleve con la historia de Grey, me importa muy poco lo que personas totalmente ajenas a mi piensen sobre los que vivimos el BDSM a nuestro modo. A mi lo que me preocupa es lo que pueda pensar gente a la que aprecio y que tengo más o menos cerca, el resto solo son eso, el resto.

Y claro, luego viene la segunda parte. Yo recuerdo que no empecé en esto con un Amo dándome varazos hasta dejarme el trasero con marcas que hicieran que no me pudiera sentar en una semana. No empecé atada de pies y manos, amordazada y privada de la vista para entregarme por completo a los deseos y placeres de un Amo. Mis comienzos no fueron tirándome de lleno a un mundo que estaba comenzando a descubrir. Yo empecé poco a poco, con juegos, con azotes, cogiendo confianza, conociéndome poco a poco, descubriendo mis límites, mis deseos, identificando lo que me provocaba placer y lo que no, probando cómo derramar cera sobre el cuerpo y apreciando las sensaciones que ello me producía, saboreando y también estudiando las reacciones a los azotes de diversos tipos, aceptando poco a poco mi condición de sumisa y tratando de aprender cada día a satisfacer más al Amo, tratando de ganarme ese respeto, admiración y confianza, y por supuesto aprendiendo a dejarme llevar y a confiar en el Amo.

Ese fue mi caso, quizás haya quien no necesitó ese tiempo y se lanzó a la piscina, eso es algo que desconozco, pero lo cierto es que no sé qué hay de malo en que si a alguien le pica el gusanillo del BDSM al leer un libro, un relato, un blog o lo que sea, empiece a probar y experimentar. Siempre y cuando se haga de manera respetuosa, con cabeza y sin engaños, no veo nada criticable, al contrario, mejor, cuanta más gente conozca lo que es el BDSM mejor. No se porqué esta manía de criticar porque sí.

Algunas personas dicen que la visión que se da en esta novela en concreto es demasiado ideal, suave y romántica, pero yo veo cosas mucho más idílicas y bonitas en algunos perfiles de Twitter y blogs. A veces una lee cosas que hacen dudar si se está leyendo un cuento de príncipes azules con sus princesas o si realmente hablan de relaciones D/s. Se dice que las que entren en este mundo con la visión de Grey saldrán escaldadas al primer azote, pero no veo que mucha gente muestre abiertamente que el BDSM es también dolor y sufrimiento, al contrario, lo que más abundan son frases como “fólleme duro Amo”, “azote a esta perrita que ha sido mala” y cosas similares, vamos, lo que vienen siendo en realidad extractos de esa novela que tanto se critica.

Si cuando empecé a descubrir este mundo me hubiera topado con algunos perfiles de Twitter o hubiera leído según qué cosas que leo ahora, quizás no estaría donde estoy, porque de verdad que algunas cosas me parecen ciencia ficción. Hablando desde mi punto de vista, el de una sumisa más, someterse y dejarse dominar no son tareas sencillas ni caminos de rosas, en mi camino ha habido muchas lágrimas, de placer y de sufrimiento; ha habido dolor, deseado y no deseado; ha habido discusiones y distanciamiento; ha habido momentos preciosos y muy placenteros, pero también algunos que me hicieron incluso dudar de mi condición. Se critica la versión edulcorada que da la película y el libro, pero ¿no la que se ve en algunas imágenes e incluso vídeos y en las propias redes sociales? Pues desde mi humilde opinión, ¡vaya hipocresía!

Cada uno es libre de descubrir las cosas a su manera, como considere oportuno y de hacer con su vida lo que le plazca siempre que respete al resto, y eso va en ambos sentidos. Si desde el mundo del BDSM pedimos respeto, respetemos también nosotros, ¿o no?

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