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Una sumisa

Mi yo egoísta

Confianza, respeto, honestidad, comunicación, complicidad, entendimiento, empatía, dedicación y comprensión. Estas son algunas de las cualidades que son esenciales para mí en una persona, y también lo son en una relación D/s, puesto que a pesar de lo que puede que algunos opinen, yo necesito saber que antes que nada soy persona, aunque luego mi voluntad quede supeditada por completo a Sus deseos.

Me considero una persona sumamente insegura en ciertos aspectos, rara vez he admitido estar estupendamente, ya que soy muy crítica y perfeccionista, principalmente conmigo misma y todo aquello que de mi dependa, hasta extremos de sentirme mal o culpable por cosas ajenas a mi persona y mi control como puede ser un atasco cuando tienes un compromiso, o un día caluroso cuando tienes visita. Me llego a sentir culpable de cualquier cosa que suponga en mi mente que la persona que está conmigo no está a gusto y, como es lógico, tiendo a ver problemas donde no siempre los hay.

¿A qué viene todo este rollo? Pues a que debido a mi forma de ser estoy constantemente buscando la interacción y la comunicación, para poder conocer aquello en lo que fallo, aquello que no estoy haciendo bien, para poder así enmendarlo y seguir luchando por ser la mejor. En ocasiones esta necesidad de información puede confundirse, pero en realidad es bien simple, si pregunto es porque realmente quiero saber, me gusta conocer el punto de vista y la percepción de la otra persona para saber cómo actuar y hacia donde caminar.

Esto aplicado a una relación D/s se me hace en ocasiones cuesta arriba, ya que una vez más me enfrento a mi endiablada mente que quiere saber todo y analizarlo, mientras que mi parte más sumisa me pide a gritos que calle, que espere a que se me conceda el privilegio de la palabra y que complazca sin cuestionar.

Soy consciente de que en ocasiones puedo resultar pesada con tanta pregunta o cuestionamiento, pero no son quejas ni mucho menos juicios hacia mi Amo, son inseguridades que lucho día a día por superar.

Egoístamente diré que necesito reconocimiento y dedicación, cuando no lo recibo por parte de mi Amo me siento perdida, frustrada y abatida, siento que algo no hice bien. Un gesto, una caricia, un brazo rodeando mi cintura, unos dedos que se entrelazan con los míos…cualquier cosa es válida para sentirme valorada y valiosa. No hablo de amor, no hablo de besos apasionados ni de que me diga que me ama, que lo soy todo y demás, no pido eso. A mí me basta muy poquito, pero ese poco lo necesito.

Me ocurre lo mismo en el sexo o durante una sesión. Cuando todo acaba espero  un gesto, un indicio de que supe satisfacerle, algo que me demuestre que lo hice bien. Incluso cuando eso no aparece puedo llegar a sentirme culpable y plantearme que si no hizo esto o aquello es porque no estaba a gusto, porque yo no supe comportarme a Su altura; que si no me folló de tal manera  fue porque no le excito, que si no me sometió o golpeó más fue porque le aburrí, que si acabó así es porque no lo disfrutó.

Lo sé, son cosas que pueden llegar a cansar y a agotar, pero soy así (por mucho que odie esa frase, es cierto), y lucho cada día por cambiarlo o al menos aceptarlo y suavizarlo. La angustia y decepción conmigo misma que puedo llegar a sentir incluso cuando todo ha ido perfecto son cosas que no le deseo a nadie. Tampoco pretendo que me comprendan, pues no creo que sea sencillo de entender cómo alguien puede pensar como yo lo hago cuando su Amo ha elegido estar ahí, conmigo.

A veces me sorprendo de cómo puedo seguir luchando contra mí misma, no entiendo que no sea capaz de asumir y aceptar las cosas tal como vienen y que no sea capaz de dejarme llevar, pero lo cierto es que echando la vista atrás hay muchas cosas que ya he superado en mayor o menor medida, cosas que en su día suponían una pared infranqueable y que han quedado reducidas a una piedra que de vez cuando toca volver a saltar.

Sé que puedo superarlo, sé que voy en la dirección adecuada y por el camino correcto, esto es lo que me repito una y mil veces para llegar a creérmelo, pero la palmadita en la espalda también la necesito. A fin de cuentas ¿quién soy yo para cuestionar si mi Amo está o no satisfecho y orgulloso de mi? Yo no puedo saberlo y a veces ni siquiera intuirlo. Por eso se me hacen tan necesarias y esenciales cosas como una charla después de una sesión, un gesto después de un castigo, una mano firme que me recuerde mi lugar cuando dude, una mirada que me calme y me diga que todo va bien, que Él está ahí y que yo lo estoy haciendo bien…o no.

1 comentario

Petrus -

Por que sentirse culpable cuando lo que has hecho es definir de fma muy acertada el estado normal de cualquier sumisa. Una sumisa, lejos de ser un objeto, es la perra de su Señor y Dueño, su puta si ambos así lo deciden, pero también alguien a quien guiar, demostrar, aconsejar, acompañar y querer porque , creeme no hay nada más hermoso que una pareja de Dominante/dominada con el cariño, el respeto, el sexo, el amor y la compañia como nudo. Mis besos niña, me gusta lo que yahe visto, las imágenes de ti que tu twitter me regala (adoro el tipo de cuerpo que adivino) y el alma que en cada línea adivino. No cambies, éste es el camino correcto.