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Una sumisa

Un polvo de los de verdad

Mi próximo polvo quiero que sea uno de esos de los verdad.

Uno de esos que empiezan con insinuaciones y miradas, con roces furtivos bajo la mesa o en las escaleras. Uno de esos que empiezan sin quererlo. Esos en los que las manos juguetean primero entrelazándose y las bocas se acercan sin llegar a besarse. Esos que  tras un rato de inocentes juegos pasan a otro nivel. Un nivel en el que la esencia dominante empieza a salir timidamente a la luz. Esa que hace que te cubra los ojos con una venda mientras aún estás vestida, aunque ya deseando jugar.

Quiero un polvo de esos que comiencen con la miel en los labios sin dejarte saborear. Uno de esos que con la venda en los ojos te hagan estremecer cuando sobre tu piel notas el contraste del frío acero con el calor de la cera. Ese acero que rasga todo aquello que se interponga entre tu piel y la suya. Ese acero que te arranca suspiros entrecortados al sentirlo sin verlo.

Quiero un polvo de esos en los que la aspereza de las cuerdas dejen la piel dolorida y enrojezida, un rojo a juego con el de la piel del trasero y las tetas. Esas tetas con los pezones cada vez más dispuestos a que unas pinzas los coronen. Ese culo pidiendo sentir el calor de una vara que silba en el aire y estalla al azotarlo.

Quiero un polvo de esos en los que anhelas y te arrastras a tientas por la habitación buscando saborear con tu boca lo que él te deje. Un polvo de esos en los que el sexo no es lo importante. Uno de esos en los que son las sensaciones las que nos guían.

Quiero un polvo de esos que te dejan temblando desde el primer instante en que eres consciente de que va a pasar. Uno de esos en los que todo vale. De esos en los que no puedes hablar porque tu boca está tapada por una mordaza, una mordaza que te impide lamer, pero te obliga a salivar. De esos en los que su saliva encuentra tu cara.

Quiero un polvo de los que deseas que nunca acabe, de esos en los que te sientes con fuerzas para probar todo y más. Un polvo que te haga suplicar tener las manos desatadas para poderte tocar, para poderle tocar. De esos que te obligan a decir su nombre y a ladrar.

Quiero un polvo de esos en los que los juguetes no son suficientes, de esos en los que cualquier cosa a mano se convierte en aliado. Uno de esos en los que tratas de averiguar lo que va a suceder por los ruidos que oyes en la oscuridad. Uno que te haga retorcerte por el frío de un hielo sobre tu piel, que se calma al sentir el calor de la meada sobre ti.

Quiero un polvo con sabor a lujuria, a perversión y deseo. Uno de esos en los que te sientes la mujer más deseada y las más usada. La más afortunada.

Quiero un polvo que dure toda una tarde. Quiero un polvo que nos deje exhaustos. Quiero un polvo que nos abra el apetito de más. Quiero un polvo de verdad, de esos en los que al final meterla y correrse ya da igual.

Mi próximo polvo quiero que sea uno de los de verdad.

2 comentarios

Petrus -

Llegará

Petrus -

Ese polvo que tan bien describes es el que tendrás en cuanto encuentres de nuevo el camino con el Dominante correcto. No desesperes, ese polvo llegará...