Blogia
Una sumisa

Diario

Con el tiempo...Suya

Con el tiempo...Suya

“Lo que engancha del BDSM no es el dolor, la humillación o la dominación, sino tener a alguien con quien ser uno mismo y no tener que esconderse.” (@sumisa_aka)

 

Como todo el mundo imagino, cuando llegué a este mundo estaba perdida y la mayoría de las cosas que me atraían tenían más que ver con lo físico y con las imágenes que encontraba por las redes que con aspecto más mentales. Con el tiempo fue descubriendo mis propios gustos, mis propias predilecciones y fui tachando otras que a priori podían haberme resultado excitantes, pero que una vez me acerqué a ellas descubrí que no solo no me satisfacían sino que además me desagradaban. También sucedió lo contrario, me apasionaron prácticas que jamás hubiera imaginado que me pudieran resultar placenteras. Supongo que a cualquiera que se adentre en este maravilloso mundo le habrá sucedido algo similar.

Pero seguía estando equivocada, muy equivocada. La experiencia y los años te regalan algo muy valioso, que es el poder conocer, experimentar y sobre todo poder verlo todo en la distancia pasado el tiempo y descubrir que las cosas no eran exactamente como yo las veía en mi mente. No entraré ahora en analizar, o más bien en explicar todas esas situaciones y prácticas que ahora veo no me llenaban ni satisfacían y que además considero que algunas no eran las apropiadas para mí y que me, lejos de aportarme felicidad y alegrías, me restaron, poco a poco fueron haciendo que me alejara de mis propias necesidades y deseos y me creara falsas ideas y gustos en mi mente. Quizás alguien se pregunte cómo es posible crearse falsas necesidades, falsos gustos…pero es muy posible y me temo que más habitual de lo creemos. Imagino que una gran parte de reside en esa necesidad irrefrenable de querer satisfacer a toda costa, incluso pasando por encima de una misma, de sus propios gustos, necesidades y principios.

Con el tiempo fui descubriendo que el BDSM, para mí, no consiste en eso. Para mí el BDSM consiste precisamente en esa frase que introduce este escrito, en poder ser uno mismo, dejarse llevar, vivir, sentir…pero no a cualquier precio. No niego que haya quienes se puedan sentir enganchados a cualquier práctica dentro de este mundo, dolor, humillación, sometimiento, privación de sentidos o voluntad, cualquiera, pero no es mi caso. Yo de hecho me “desenganché” del BDSM, durante un tiempo cualquier práctica quedó relegada, no me interesaba, sabía lo que se sentía, y a mí eso de por sí no es lo que me llenaba, no lo necesitaba, no lo deseaba.

Con el tiempo me di cuenta de que en efecto era encontrar a esa persona lo que sí me mantenía aún ligada al BDSM, no me interesaba si un dominante había tenido sumisas o no, no me interesaba saber si le avalaban años de experiencia o no, no me interesaba su pasado, me interesaba su presente, la persona, sus anhelos, sus sentimientos, sus inquietudes y por encima de todo eso me interesaba lo que yo pudiera despertar en esa persona y ella en mí. ¿De qué me servía a mí una persona experimentada que no era capaz de entenderme, comprenderme ni hacerme sentir, eso ya lo había conocido? ¿Para qué una persona con unas habilidades y destrezas en prácticas si yo no me sentía segura y deseosa al practicarlas con él? Aclaremos llegados a este punto que no soy masoquista, no disfruto con el dolor per se, por lo que difícilmente va a complacerme que un dominante cualquiera, avezado en las artes del látigo por ejemplo, se deleite haciéndolo chasquear sobre mi piel una y otra vez sin no existe de por medio una relación previa.

Con el tiempo fui poco a poco haciéndome a la idea, la idea de que esto no es para mí, no al menos si pretendía vivirlo a mi manera, porque, como reza la frase del comienzo, si tengo que esconderme no es BDSM para mí. Limitarlo todo a lo que se vive entre cuatro paredes no es para mí, necesito, quiero no tener esos límites físicos, poder vivirlo en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier situación, y no todo el mundo está dispuesto a algo así y tampoco lo comparte.

Y finalmente, con el tiempo, esa persona apareció. 

Con el tiempo se acercó a mí, con paciencia, con delicadeza y educación.

Con el tiempo fue metiéndose en mi vida, en mi día a día.

Con el tiempo fue derribando todas y cada una de las barreras que otros me instaron a levantar a lo largo de estos años.

Con el tiempo fue enseñándome a conocerle.

Con el tiempo permitió que yo misma me fuera descubriendo.

Con el tiempo hizo que sin yo saberlo, despertara de nuevo.

Con el tiempo volvió a despertar en mí el deseo, el deseo más básico y carnal. El deseo de sentir, de soñar, de servir, de arrodillarme ante Él y simplemente ser.

Con el tiempo…al final todo acaba siendo cuestión de tiempo, tiempo para conocer, tiempo para confiar, tiempo para curar heridas y tiempo para volver a vivir.

Tiempo es todo lo que tenemos por delante, tiempo de entrega, tiempo de disfrutarnos, a nuestra manera, tiempo para compartir, tiempo para experimentar, tiempo para sentirnos.

Y tiempo, poco, muy poco, es el que falta para que definitivamente y ante Él me arrodille y desaparezca la última barrera que nos tiene separados y llamarme Suya. En realidad sé que ya lo soy, soy Suya porque cada palabra pronunciada, cada mensaje recibido y cada imagen compartida me lo recuerdan en forma de sonrisa en la cara y humedad entre mis piernas. Cada mañana al despertar, cada noche al acostarme y apagar la luz es Su presencia la que me acompaña.

Ese vacío que fue creándose en mi interior con el paso del tiempo ha desparecido, ahora está Él ocupándolo.

Él es ese alguien con quien puedo ser yo y no esconderme, con quien puedo ser la niña caprichosa, la puta descarda, la payasa de sonrisa encantadora, la zorra insaciable y la más fiel de las perras que nadie pueda imaginar.

Vuelvo a ser yo, en toda mi esencia, sin peros, sin disculpas, sin remordimientos, sin dudas ni preguntas. Entera, plena, completa y entregada. Suya, Suya Amo Petrus.

Esperanza y fe

Esperanza y fe

Esto no es nada nuevo. Ya son unos cuantos años que se repite la misma situación.

Algunos pensarán que no debería seguir soñando, que debería dejar de hacerme ilusiones; pero no puedo. Hay algo que me lo ha impedido desde el primer momento, y no es otra cosa que pensar que es posible y que además funcionaría.

Hubo una época en la que lo vi realmente cerca, pensé que estábamos por fin en la dirección correcta. Todo parecía fluir, todo parecía encajar por fin…pero algo se torció.

Varias han sido las etapas de frustración, de no saber qué hacer ni hacia donde seguir. Pero también ha habido épocas en la que sonreía al despertar, incluso antes de abrir los ojos. Cada día era una nueva oportunidad para sentir que era Suya y que Él así me lo hacía saber. Cada día un paso más hacia esa situación que a día de hoy sigo anhelando. Cada día una nueva sorpresa que aguardaba. Como es lógico hubo sus más y sus menos, pero recuerdo esas etapas con cariño, y también con nostalgia.

Nunca he terminado de saber porque acababan, porqué de un día para otro todo se desvanecía y yo desaparecía. ¿Cómo era posible que todo aquello se esfumara de repente?

Esas dudas son posiblemente también las responsables de que a día de hoy siga creyendo en ello, siga ilusionándome y siga pensando que algún día se hará realidad, de nuevo. Porque pienso que esa complicidad, esas ganas de crecer y descubrir juntos no se han podido esfumar.

Quizás me equivoque y no existiera nada de eso por su parte; quizás todo son imaginaciones mías y en realidad no es más que un divertimento pasajero para él; puede ser. Pero el no saberlo es en parte uno de los alicientes para seguir peleando.

Porque sé que funcionaría, porque sé que encajamos y porque sé que juntos, de verdad, podríamos llegar a ser felices y tener cada uno nuestros espacio. Sé que es posible, y sé que yo aprendería a manejar todo aquello que ahora se me antoja tan difícil.

Hay tantas cosas que me gustaría descubrir, aprender y sí, también demostrar.

Tenía la esperanza de que esta última vez que nos vimos fuera de nuevo un comienzo. Yo estaba dispuesta, en realidad estaba ansiosa porque así fuera. Quería volver a comprometerme y volver a ser Suya, solo que esta vez quería ir un paso más allá. Creí que Él también lo quería, y estaba dispuesta a aparcar miedos e inseguridades, a compartirle todos mis temores y todas mis ilusiones. Pero no fue así.

A mi modo de verlo solo es cuestión de confiar, confiar el uno en el otro y, sobretodo y ante todo, confiar en que es posible y desearlo; desear ser libres ambos y compartir esa libertad y disfrutarla; porque eso sería disfrutarla dos veces.

Yo creo en ello y por eso sigo aquí; por eso insisto, aunque en ocasiones crea que sea mejor quedarme en las sombras a la espera de alguna muestra. Pero sigo aquí, siempre he seguido y supongo que siempre seguiré. Porque creo en ello y porque se que aún me queda mucho que aprender y quiero hacerlo de Su mano.  Le quiero como amigo, como compañero y como Amo, y quiero que Él me acepte del mismo modo. Quiero poder decir "soy Suya".

¿El Amo es Dios?

Twitter es una auténtica mina de frases tipo "el Amo es Dios", "lo que dice el Amo se hace y punto", "el Amo siempre tiene razón" y cosas por el estilo.Yo no puedo evitar que al leer este tipo de frases algo se me remueva por dentro y surja un conflicto en mi interior.

Para mi el Amo no es Dios. El Amo para mi es una persona, como tu y como yo. Una persona con sus cosas, sus debilidades y sus fortalezas, sus vulnerabilidades, sus inseguridades, sus aciertos y sus errores.

A menudo veo como de un modo u otro se endiosa al Amo, se le pone en un altar y se le considera un ser no solo superior, sino perfecto. Esa postura a mi no me vale. Es cierto que cuando queremos o amamos a alguien le endiosamos, no vemos más allá de esa parte que nos encandila, esa parte que nos llena o esa parte que en cierto modo queremos alcanzar. Nos ocurre con Amos, amigos, parejas, familiares o incluso compañeros o personajes públicos. A mi entender esa reacción es en cierto modo natural y es fruto de una necesidad de un modelo a imitar o una figura a la que obedecer sin cuestionar si está bien o mal.

En parte me resulta algo egoísta. En las ocasiones en las que he tratado de guiarme por ese modelo, esa certeza de que Él tiene la verdad absoluta y nunca se va a equivocar, algo ha terminado saliendo mal. Cuando me dejo llevar por esa idea termino olvidando algo realmente importante, a mi misma. Termino haciendo las cosas sin pensar en las consecuencias, sin pensar si a mi eso me llena o por el contrario me deja un vacío, si nos lleva a algún lado, si es un paso más o solo una comodidad. Al final siempre he terminado igual, sintiéndome más pequeña cada vez, más inferior no solo a sus ojos, sino a los del resto de personas, he acabado considerándome una persona que no merecía la pena y que tan solo era capaz de acatar órdenes sin si quiera sentir placer o disfrutar haciéndolo. En definitiva, cuando me olvido de mi, termino haciendo las cosas porque sí, como rutina, sin motivación, sin inspiración y creando un vacío cada vez mayor en mi interior. Un vacío que solo me lleva a un lugar, al del reproche, al de cuestionarme qué estoy haciendo o para qué lo hago. 

Cuando endiosamos todo es perfecto y maravilloso, todo parece fluir, todo es fácil, solo hay que dejarse llevar. El problema surge cuando vemos un comportamiento, una actitud que no esperábamos y que nos rompe los esquemas. Cuando de pronto todo eso que creíamos que era la persona sobre el pedestal flaquea, tiene un momento de debilidad o incluso nos parece que ha fallado. ¿Es eso cierto? ¿En realidad ha fallado? No creo que sea así. Lo que ha fallado es nuestra percepción, quien ha fallado es ese ser que nosotros mismos hemos creado, perfecto, infalible y extraordinario. En ese momento te desmoronas, te cuestionas todo, incluso aquello que sí hacías con ilusión, con motivación y con devoción.

No es justo, no es justo para ti y tampoco para Él. Cargarle con la responsabilidad de una perfección que tu esperas o asumes como cierta se puede terminar volviendo en tu contra.

Cuando aceptamos al Amo aceptamos a la persona. Aceptamos que puede o no tener la razón, puede o no equivocarse, puede o no ser justo... Aceptamos que a pesar de todo queremos pertenecerle, queremos que nos guíe, que nos eduque, que nos acepte como somos y nos ayude a mejorar, a ser lo que se espera de nosotros. Aceptamos a una persona en la que confiaremos y creeremos, a la que respetaremos y obedeceremos, una persona que consideramos siempre hará lo que considere mejor y más apropiado, aunque a veces quizás pueda equivocarse, pero no le cuestionaremos, porque lo hemos aceptado libre y conscientemente.

Es cierto, el Amo es superior, Él tiene la autoridad, Él manda, pero no es Dios. Ni siquiera es mi Dios. Es mi Señor, mi guía en el camino de la sumisión y la superación, la mano que buscaré cuando me pierda, la figura que miraré cuando necesite entender...pero no es mi Dios, no es mi vida, no es la solución a mis problemas, ni tampoco es quien va a determinar mi felicidad. Yo tengo que tomar las decisiones de mi vida y encontrar mi felicidad. Él me ayudará si lo considera, me aconsejará si quiere, pero no puedo cargarle con el peso de mi felicidad. No es justo.

Mi Amo es mi Señor. Él hará, dirá y pedirá lo que crea sea lo correcto, y yo aceptaré, aprenderé y obedeceré, porque Él es mi Amo, no porque sea mi Dios.

¿Por qué hago lo que hago?

 

Esta es una pregunta que viene a mi mente a veces y que debido a mi forma de ser me provoca muchos quebraderos de cabeza.

Lo cierto es que de naturaleza soy una persona a la que le gusta agradar a los demás, pero siempre con unas ideas y principios firmes que no me gusta contradecir.

Al igual que a los nipones, a mi no me gusta la palabra “no”, me resulta hiriente y grosera, y siempre he tratado de evitarla, lo que a menudo me ha llevado a situaciones poco agradables, pero también a otras muy placenteras. De hecho, a pesar de haber evolucionado algo en ese aspecto, aún es hoy el día en el que me cuesta pronunciarla, sin ir más lejos este fin de semana.

El hecho de ser como soy hace que cada vez que en mi mente aparece un “no” que por el motivo que sea no soy capaz de verbalizar, acudan después muchas sensaciones, sentimientos y preguntas que me hace replantearme una y mil veces las cosas y pensar en sí debí haber sido más fuerte y haber pronunciado ese “no” en voz alta.

En lo relacionado con mi sumisión esa incapacidad de decir “no” ha sido el principal detonante para encontrarme donde me encuentro, por lo que no puedo decir que me hubiera gustado ser de otro modo. Estoy contenta con mi situación actual, no me arrepiento de haber llegado aquí y de cada una de las cosas que he experimentado y practicado he sacado algo; no diré aprendido, pues a menudo hace falta más práctica para aprender, pero sí que he sacado algo.

Uno de los primeros momentos en los que estos enfrentamientos aparecieron en mi mente fue la primera vez que recibí azotes. Mi mente me decía que no los quería, que no me gustaban y que no los disfrutaba, pero por más que mi Amo me preguntaba si me dolía, si quería que parara, yo no era capaz de decirle que sí, que dolía y que no quería más. Nunca me he considerado masoca, no me gusta el dolor, al menos eso es lo que siempre me ha dicho mi mente, pero por el contrario, después de tantos años, sigo sin decir que no a bofetones o azotes, pues sé que a pesar de todo después me sentiré orgullosa de haberlo soportado e incluso disfrutado al sentir que Él así lo ha hecho.

Imagino que todo esto quizás deja patente que la respuesta a la pregunta inicial sería que lo hago por Él, pero no es del todo cierto. También lo hago por mi, porque sé que me atormenta más el sentirme fracasada o débil que el remordimiento de lo vivido.

Pero creo que en cierto modo también es una autodefensa, un modo de que en el caso de que a mi mente le dé por contradecirme y “regañarme” yo tenga un razonamiento por el cual no sentirme directamente responsable. Es complicado, pero es la dinámica de mi mente en todas y cada una de las decisiones que tomo.

Por suerte sé que esto no ocurre con todo el mundo, hay a gente a la que me resulta mucho más sencillo decirles que no en situaciones similares, pero eso también me da una pista. Si con otras personas el “no” me resulta más sencillo de pronunciar, quizás es que en el fondo es con Él con el que no lo quiero pronunciar. Y no del todo incierto, creo que mi afán de superación y mi constante búsqueda de Su aprobación, satisfacción y reconocimiento me llevan a probar prácticamente todo aquello que Él me proponga.

Sé que de ser otra persona ahora mismo no me aventuraría a determinadas prácticas, sé que de ser otro mi vida se asemejaría más a la de una persona vainilla, y es que necesito mucha confianza para “dejarme llevar”, necesito complicidad para ser capaz de relajarme y tratar de disfrutar ante lo que mi mente se niega en un principio. De hecho en los momentos en los que por el motivo que sea me encuentro distante de Él no hay mucho que fuera capaz de hacer o “dejarme” hacer, en esos momentos estoy segura de que el “no” saldría por mi boca…y lo ha hecho en alguna ocasión.

La verdad es que no me preocupa saber si lo que hago lo hago por mi o por Él, de hecho supongo que lo hago por nosotros; a mí lo que realmente me preocupa es no ser capaz de desconectar mi mente después para que no analice todos y cada uno de los aspectos de la situación al haber dicho “sí”. Ella se empeña en argumentar que mis principios son opuestos, que por ejemplo el dolor no me gusta, por lo que no debería aceptar. Eso es lo que realmente me tortura, estar “obligada” a analizar y diseccionar cada uno de los detalles de las veces en las que ella dijo “no” pero yo dije “sí”. Y lo odio porque yo no me siento culpable ni me arrepiento de haber dicho que sí, pero hay algo en mi interior que no cesa en su empeño de poner en duda mis sentimientos, y eso sí que es algo a lo que con mucho gusto diría “no” si me fuera posible.

Dos años después...

¿Coincidencia o destino? No lo se, pero sin duda no deja de ser curioso que casi dos años exactos después del re-encuentro con mi ex-Amo, se haya vuelto a producir una situación similar. 

Tras aquel encuentro hace ya casi dos años las cosas han ido por diferentes caminos y la que escribe este blog ha vivido cambios más o menos drásticos, pero tal y como prometí en su día, con la cabeza y las ideas más claras (al menos en ciertos aspectos). Cierto es que la faceta de sumisa quedó algo relegada, aunque como a menudo he dicho, jamás desapareció y dudo (y también espero en cierto modo) que nunca lo haga, puesto que en realidad sigo anhelando que esa persona me encuentre y poder disfrutar como nunca, o al menos como antes. 

Para aquellos que han estado esperando leer cómo fue aquel encuentro, y en parte para agradecerles su interés y estos dos años de espera, diré que guardo con cariño aquel día en un rincón de mi ser y lo revivo a menudo. Fue quizás demasiado fugaz a mi parecer (siempre lo son cuando se trata de El, siempre me queda esa sensación de vacío cuando se va...). Sea como fuere me alegré enormemente de reencontrarle. Viví la espera con nerviosismo y excitación, y esos sentimientos no desaparecieron ni se atenuaron ni un ápice hasta pasados días de aquel encuentro. Lo recuerdo perfectamente y por eso puedo asegurar que volví a ser "yo" por unos instantes, por unos días...

Las circunstancias y mis anteriores experiencias hicieron que aquel día de febrero ese encuentro no supusiera un compromiso firme y sólido, pero no puedo negar que en parte y a escondidas en cierto modo, yo me comprometiera conmigo misma a no perder esos pensamientos y sensaciones y emociones que volvió a despertar El en mi. Supongo que por eso hubo otros encuentros esporádicos, mucho más fugaces que aquel que me dejaban al marcharse El un sabor amargo dentro, al pensar si habría una siguiente vez y cuándo sería. Curioso el ser humano, que a pesar de saber que un encuentro va a suponer horas, días, semanas o incluso meses (y en mi caso años) de añoranza, sentimentalismo y dolor interno, se empeña en desearlos aún más y revivirlos para mantener vivo no solo ese recuerdo sino también ese dolor y sentimiento de pertenencia. 

Esas mismas circunstancias de las que hablo arriba han hecho que me vuelva a sentir "viva". Pero no corramos, las prisas no son buenas. 

En estos dos años me he convencido de que quería algo más, tenía muy claro lo que quería, y desde luego no eran encuentros aislados muy de vez en cuando. Busqué tapar ese agujero que me dejaba cada vez que El salia por la puerta, lo busqué a mi alrededor y más lejos, y aunque en momentos se paliaba ese dolor, no he encontrado a nadie que haya sido capaz de alejarlo por completo.  

En cada instante y cada momento en el que sentía que desaparecía, algo dentro de mi hacía que me parara y mirara hacia atrás y entonces allí volvía a aparecer El, en mi mente, dentro de mi. 

En todo este tiempo, desde que le conocí, ha dado igual que nos separaran unos centímetros o incluso kilómetros, daba igual que hubiera 5, 200 o incluso 1000 kilómetros entre nosotros, yo siempre me he sentido suya y El siempre ha estado presente.

Hace un tiempo me prometí que solo me volvería a entregar del mismo modo que lo hice a la persona indicada. ¡Qué ingenua fui! ¿Acaso esperaba que apareciera esa persona con un cartel indicándome que era la adecuada? No, jamás apareció esa persona en este tiempo. Después pensé que quizás el error era esperar a la persona y decidí esperar el "momento", pero tampoco apareció. Y de pronto, aunque no convergían los detalles que yo esperaba de el "momento", el pasado viernes volvió a suceder.

Una vez me reencontré con Él. Volví a sentirme como una niña, como una adolescente viviendo su primer "amor". Cosquilleo en el estómago los meses y días previos cada vez que pensaba en El, cada vez que corría a casa para encender el ordenador y tan solo ver su "nombre" en la pantalla, cada vez que a solas en la penumbra de la habitación pensaba en El. Volvió a mi cara esa sonrisa "tonta", de la que no eres consciente, cada vez que recordaba algo de EL, me sorprendía a mi misma soñando despierta pensando en EL...

El viernes antes de partir a Su encuentro retomé mi costumbre de dedicarme un tiempo a mi, a prepararme para estar a Su altura. Había pasado mucho tiempo, demasiado quizás para mi, y no podía, no quería, que nada fallara. Algo dentro de mi me decía que esa vez todo iba a ser diferente, que no iba a ser otro encuentro fugaz que dejara un vacío después. Pensé una y mil veces en cómo iba a ser. Mientras conducía mi mente estaba imaginando el re-encuentro. Traté de hacer un guión, lo que haría nada más verle, cómo actuaría, lo que le diría... No quería olvidar ningún detalle ni decir o hacer algo que lo estropeara todo.La espera se me hizo eterna y pensé que no aparecería, pero no El no me defraudó.

Cuanto menos faltaba para por fin volver a verle, más nerviosa me ponía, más sentía ese cosquilleo que te paraliza, más me olvidaba de todo lo que tenía pensado hacer o decir. Y entonces, cuando por fin apareció, todo lo que había pensado o tramado, todo lo que me había prometido a mi misma que haría y no haría desapareció. Desapareció el nerviosismo y el cosquilleo, pero en su lugar apareció algo que me llenó aún más, Su presencia. Tan solo con verle a mi lado ese vacío que me acompaña tan a menudo desapareció, el simple hecho de estar en la misma habitación me calmó. No hace falta decir que se quedaron muchas cosas por decir y por hacer; nada de lo que tenía planeado sucedió; todo fue... nuevo, espontáneo y ... bonito. Apenas estuvimos 6 horas juntos y por momentos me daba la sensación de que estábamos más cerca que nunca. No hubo ni un instante malgastado, ni un segundo perdido, todo, absolutamente todo significaba algo.

Volví a sentirme Suya, pero esta vez no era como las demás. Esta vez algo hacía que fuera diferente. No me había equivocado, este encuentro fue algo especial, aunque no sabría explicar por qué, pero... esta vez, el vacío, que naturalmente volvió cuando El se marchó, no hace que me sienta lejos, me siento conectada a El, en cierto modo me siento Suya en la distancia y el silencio. No estoy preparada para entregarme sin miramientos a El, no del modo que solía hacerlo antaño. Hoy se que el día que, si llega ese día en el que volveré a ser Suya por completo, no habrá ningún pero, ninguna barrera o límite, ningún temor ni miedos. Si ese día llega, si El quiere volver a acogerme, yo estaré libre de mis propias ataduras y prejuicios. El día que los dos decidamos unirnos de nuevo nada habrá que nos condicione a vernos, a sentirnos, a querernos.

Y ahora, una vez más, pienso. ¿Cuándo llegará ese "momento"? No lo se, ahora no voy a esperar un "momento" ni a una "persona". Ahora tan solo se que casi la mitad de mi vida El me ha acompañado. El posiblemente no lo sabe, pero siempre ha estado ahí. Han sido muchos años, muchas temporadas separados sin apenas saber nada el uno del otro, mucha gente se ha cruzado en nuestros caminos y hemos aprendido a aceptarlo. Alguien del que jamás has sido capaz de desprenderte desde que le conociste y que siempre vuelve a aparecer con el paso del tiempo, aunque durante meses o años nada hayas sabido de El; una persona en la que has pensado cada instante de tu vida que tomabas una decisión; esa persona ha de significar algo en tu vida. No se si el destino nos llevará a terminar juntos, pero sí se que El siempre va a estar aquí, en el hueco que se ha formado a lo largo de estos años y que ha ido amueblándose con sentimientos y recuerdos. No importa lo que nos suceda, no importa lo que tardemos en volver a vernos, nada importa realmente, porque una parte de mi es y será Suya para siempre. 

Una nueva etapa

Saludos a los lectores ^_^

Hace tiempo que no escribo nada y la verdad es que todos los días pienso en redactar algo, pero nunca encuentro motivación o algo que contar.

Hoy la verdad es que no se muy bien porque estoy escribiendo, aunque supongo que en cierto modo será porque estoy en vísperas de un día especial para mi y me gusta compartirlo y dejarlo reflejado de algún modo en mi modesto blog.

Me siento nerviosa, inquieta, ilusionada como una niña. No tengo miedo y estoy ansiosa por que llegue mañana. Y ustedes se preguntarán, ¿qué sucederá mañana? Pues bien, me reencuentro con mi ex Amo, después de una larga temporada sin vernos. 

Lo cierto es que después de Él nadie me ha llenado tanto. Nadie ha conseguido dominarme como Él. Es cierto que he conocido a personas, a Amos, que me han ayudado, que me han interesado y, claro está, que me han decepcionado, pero ninguno me ha marcado del mismo modo que lo hizo Él.

En cierto modo, durante este tiempo sin pertenecer a nadie, he continuado sintiéndome suya, he pensado en Él en numerosas ocasiones y sobre todo en los momentos en los que necesitaba una mano severa que me condujera y guiara. Desde luego no le olvidé ni un segundo en este periodo, tampoco lo intenté. Para mi Él ha sido siempre esa persona que me condujo y guió por este mundo, esa persona con la que descubrí intensamente el sentimiento de sumisión, humillación, pertenencia y respeto.

Como es habitual, en nuestra relación tuvimos momentos buenos y malos, pero ahora, buscando algún momento de desánimo durante nuestra unión, no soy capaz de visualizar ninguno. Supongo que nos pasa a tod@s, lo bueno es más poderoso que lo malo, pero en mi caso no suele ser así y el hecho de que ahora lo sea me hace pensar.

En realidad siempre he sido Suya. No he sido capaz de deshacerme de esa correa imaginaria que me unía a Él. Siempre he mirado timidamente los ojos de las personas que me rodeaban buscando Su mirada de aprobación o reproche, la de Él... y no la volví a encontrar.

Ahora me doy cuenta que a pesar de mis ansias por volar a otro guardián, no he estado realmente preparada; su sombra siempre ha estado presente, su imagen, su recuerdo.

Hoy, el día antes de reencontrarnos, es el día que me doy cuenta de todo esto; el día que posiblemente haya roto mi lazo imaginario para con Él. Hoy podría decir que empiezo de nuevo, de cero. Ahora se lo que quiero, se lo que  tuve y se lo que quiero tener. Ahora se que hasta hoy no le permití a nadie ocupar ese lugar. Hoy se que la culpa no era de los otros, sino mía. Hoy lo se.

Mañana le veré. Mañana algo se me retorcerá por dentro una vez más al verle. Mañana mis nervios estarán a flor de piel. Mañana volveré a ser la sumisa abnegada que sólo quiere satisfacer a su Amo. No se si tan solo sera por un día o si quizás me entregue a Él plenamente una vez más, no lo se. Lo que sí se es que esta vez, por fin después de tanto tiempo podré volver a disfrutar sirviendo como lo hice en su día. Esta vez no habra fantasmas a los que temer, ni recuerdos que me guíen. Esta vez quiero empezar de cero de nuevo y me siento capaz de ello.

Es posible que a partir de hoy vea con otros ojos a esos Amos que han estado ahí tanto tiempo y a los que rechacé o defraudé. Es posible que entre ellos hubiera alguien especial, pero no lo supe ver, lo siento. Prometo que la próxima vez que alce los ojos hacia ellos lo haré sin limitaciones por mi parte, sin exigencias ni comparaciones. 

No se lo que pasará mañana; solo se que estoy dispuesta a empezar una nueva etapa. Sí, de su mano una vez más, pero esta vez con las llaves de las esposas que me puedan atar.

Estoy deseosa de verle a Él, de pertenecerle una vez más, pero también de comenzar una nueva etapa en la que las deciosiones que tome seán claras y no distorsionadas.

Mañana empiezo a vivir de nuevo.

Gracias.

Ahora parace que sí.... Vuelta al blog ^_^

Antes de nada saludar a todos los que leen este blog y agradecer a todos aquellos que han estado pendientes de mi “regreso”. Muchas gracias a todos.

 

Actualmente tengo intenciones de continuar con el blog, si bien en parte habrá cambios (que ya los ha habido. 

Si bien este lapso de tiempo alejada de todo ha sido en parte forzado, me ha venido muy bien para pensar y recapacitar y ante todo para retomar las cosas con unas energías renovadas y, como ya he mencionado, muy ilusionada.

 

No quiero aburrir a las personas que lean esto y de momento no tengo nada más que compartir con Ustedes, de modo que finalizaré dando las gracias una vez más. ^_^

 

Un saludo,

 

Una sumisa

Vuelta?

Saludos a todos aquellos que sigan leyendo este blog.

Antes de nada quería pedir disculpas por mi desaparición, pero he cambiado de "residencia" inesperadamente y la verdad es que aqui apenas tengo acceso a internet por lo que no puedo llevar al día este blog como a mi me gustaría.

Las cosas han cambiado bastante desde la última vez que di noticias mías. Me he alejado algo de este mundo del BDSM, pues apenas lo practico, ocupo mi tiempo en otras lides y no he encontrado a nadie por aqui que comparta este gusto, aunque, todo sea dicho, tampoco lo he buscado. La verdad es que después de acabar la "relación" con mi último Amo me apetecía (y me apetece) descansar un poco.

En fin, no tengo apenas nada que contar, pero lo que sí que quiero es agradecerle a todo el mundo que continúa visitando este blog su asiduidad y por supuesto también a los nuevos lectores. Muchas gracias a todos.

No puedo prometer nada, pero si tuviera novedades las contaré. Y por descontado, no me olvido de este pequeño rincón y la gente que lo vista, que tanto me ha ayudado durante este tiempo.

Una vez más muchas gracias a todos y espero que hasta pronto.

 Besos.

 Una sumisa.

El Dolor

Me han preguntado muchas veces por el nivel de dolor que soy capaz de soportar y la verdad es que es una pregunta que aparte de parecerme totalmente irrelevante y bastante tonta para conocer a una sumisa, me resulta a veces incómoda, ya que para contestar a ella adecuadamente, tengo que dar más datos de los que a veces desearía.
Creo que no hace falta aclarar que el dolor no puede ser solo físico, sino que también está el psicológico, que a mi entender es mucho más eficaz y peligroso que el anterior, claro está si se sabe administrar ^_^
Estoy acostumbrada a escuchar a la gente de mi alrededor a decirme que soporto demasiado el dolor, y me refiero a mis familiares y compañeros; personas que se sorprenden de que me rompa un tobillo y lo soporte como si nada hubiera pasado, de que tenga la espalda con unas contracturas que apenas pueda moverme y no diga nada, etc. Pero también suelo oírles decir a menudo que tiendo a guardarme mis cosas, mis dolores, mis tristezas, mis emociones, mis disgustos, de tal modo que cuando ellos notan que algo me pasa, se asustan porque creen que es realmente grave.
Bueno, en realidad no creo que sea para tanto y supongo que en cierto modo todos somos semejantes en eso (quizás no en el dolor físico); pero lo que pretendo con esta breve exposición de mi imagen externa ante el dolor es tratar de explicar que el dolor y la tolerancia a éste no siempre son lo que parecen.
Bien, en mi caso particular, como sumisa, mi tolerancia al dolor viene delimitada por dos factores principalmente: yo, lo que física y psicológicamente soy capaz de soportar; y mi Amo, ya que el deseo de complacerle y satisfacerle hace que trate de aguantar lo imposible ^_^
Por otro lado, lo que como sumisa espero, y creo que todo Amo debería entender, es que mi voluntad y mi sensatez (por llamarlo de alguna manera) pueden verse en ocasiones mermadas por el ansia de complacer a mi Amo, de modo que Él es el que tiene que saber hasta dónde llegar. Un Amo debe conocer bien a su sumisa, sus límites; ha de saber qué significan sus gestos y no esperar a una palabra de seguridad o a que la sumisa ya no aguante más para parar.
Si digo que un Amo debe conocer los límites de su sumisa para, en cierto modo, saber hasta dónde es capaz de soportar el dolor, creo que no es necesario decir que la tolerancia al dolor puede variar dependiendo del Amo que se tenga. Trataré de explicarlo.
A mi entender, incluso el dolor físico se puede llegar a controlar mentalmente, es en cierto modo psicológico, así que si la confianza y compenetración entre Amo y sumisa son totales, ésta no opondrá resistencia alguna, estará relajada, disfrutará en todo momento y por ende el dolor se transformará en placer.
No se si esta idea acerca del dolor es algo general o por el contrario hay más gente que opina así, pero creo que tiene bastante lógica ^_^ e incluso pueda ayudar a algunas personas a entender porqué se dice eso de que el dolor es relativo ;)
¡No hay dolor! … si hay “amor” ^_^

Imagen

Siguiendo instrucciones de mi Amo, aqui tienen una imagen de la última sesión con mi Señor.

Imágenes de la última sesión con mi Amo

Bueno, como verán sigo viva y para muestra, unas imágenes que espero disfruten tod@s.
Siento no tener tiempo de escribir, pero apenas conecto, y la verdad que cuando conecto, no estoy muy inspirada, el verano no me inspira mucho.
Gracias a todos aquellos que siguen visitando este rinconcito, muchas gracias y prometo traerles alguna cosa nueva de vez en cuando, siempre que me sea posible. Besos.

Acampada

Acampada Por fin tengo un rato para dedicarles.
Este fin de semana me fui de acampada con unos amigos. El sitio estaba francamente bien, un pinar, al lado de la playa, en la Costa de la Muerte, poco frecuentado... todo un lujazo. Pero claro, mi mente fue un poco más allá de lo que se veía y de lo que mis compañeros tenían planeado.
Después de darnos un baño en la playita, solitaria, apenas con cuatro personas más, subimos al lugar donde pasaríamos la noche y montamos la tienda. Cuando ya lo teníamos todo organizado, nos tiramos en el suelo y nos pusimos a charlar. Yo la verdad es que poco participaba en la conversación, y es que no me estaba enterando de la mitad de las cosas que decía, yo tenía la cabeza en otras cosas ^_^
Miraba a mi alrededor y cada pino, cada rincón escondido, cada cueva que formaban las rocas en la playa, hacía volar mi imaginación... En todo el fin de semana, mientras mis amigos estaban comentando sus batallitas, yo me entretenía pensando que mi Amo estaba alli conmigo y me sometía. Me imaginaba que mi Amo me llevaba a dar paseos por la playa, desnuda, a cuatro patas, con mi collar; durmiendo a sus pies para que no se le enfriaran por la noche; mi mente volaba y los árboles y recovecos del paisaje no me permitían dejar de soñar.
Al final no pasó nada lógicamente, ya que mi Amo no estaba alli, y ninguno de los que estaban conoce mi inclinación por la D/s, pero la verdad es que me ha gustado descubrir este pequeño paraiso. En más de una ocasión me venía a la memoria el relato de nuestra amiga sobre el exhibicionismo, dando su paseo por alguno de esos bosques, y sin darme cuenta me encontraba mirando a mi alrededor indicios de que alguien hubiera estado o estuviera por alli haciendo realidad todas las fantasías que a mi se me ocurrían.
En todo el fin de semana no he parado de pensar en cosas, de imaginarme situaciones, de soñar despierta que mi Amo estaba alli y que nos dejábamos llevar por la naturaleza, pero no era más que un sueño; un sueño que espero algún día hagamos que se haga realidad.
Un beso ^_^

Se cede

Hace tiempo mi Amo y yo hablamos de la posibilidad de cederme a cambio de una suma de dinero. Estuvimos charlando del tema, a mi la idea me seduce y atrae por diversas razones, y aunque parecía que mi Amo no estaba dispuesto a ello, parece que ha llegado el momento de llevar a cabo esta propuesta.

Hemos decidido que seré cedida a cambio de dinero. Lógicamente no a cualquier persona, de todos los interesados, si es que hay alguno ^_^, mi Amo y yo conjuntamente decidiremos cual es el "elegido". No solo dependerá de la cantidad de dinero que se ofrezca sino también de la persona, por supuesto.

Asi pues, dicho esto, que da inaugurada esta "subasta" y como suele decirse, "suerte a todos y que gane el mejor".

Periodo estival

Los días se hacen más largos y del mismo, por diversas circunstancias, los periodos de inactividad del blog, al menos en lo que a relatos propios se refiere, van a ser también largos.

Ayer mi Amo me premitió disfrutar de su compañía (que ya había ganas :D~~~~) y espero haberle servido como se merece. Así mismo espero que ahora que tengo menos obligaciones, tengamos más ocasiones para compartir.

Lamento no tener más tiempo para contarles más cosas, pero prometo hacerlo, si se me permite, tan pronto como me sea posible.

Hasta pronto, y gracias por la tarde de ayer mi Amo :@@@

Para los q piden foto, para los q piden cam, para ellos, para todos ^_^ 2ª Parte

Y ahora, ya con la tripita llena, paso a contar cual ha sido en cierto modo mi peculiar manera de jugar con algunos de los individiduos que me pedían que les pusiera la cam. Antes he de decir que a la mayoría de ellos simplemente no se la ponía, pero si me pillaban en un día, digamos "juguetón", pues accedía a ponérsela ^_^...
pero no sin antes enfocarla cuidadosamente bien al suelo, o a la pared o a la ventana. Antes de ponérsela trataba de que ellos la pusieran primero, para de ese modo poder ver su reacción, es más divertido "gastar bromas" cuando puedes percibir de algún modo el efecto que tienen en la persona que las sufre ;)

Las reacciones han sido variadas, desde aquellos de los que no he vuelto a saber nada (está más que claro qué es lo que pretendían estos individuos...), hasta los que se han reido casi tanto como yo (estos solían ser los conocidos y amigos "toca-pelotas" insistentes :P)

En fin, hay quienes dicen que tengo algo de brujilla, yo creo que tan solo soy un poco revoltosa, pero no creo que haya nada de malo en haber hecho eso. A los que le sentó mal, pues peor para ellos, menos personas que me insistirán en que desobedezca a mi Amo ^_^ y los que entendieron la broma, pues bueno, ya no han vuelto a pedir que les ponga la cam, porque saben con lo que se van a encontrar :P

Lo único es que como yo soy incapaz de mentir de mentir a mi Amo, esto también se lo conté, y recibiré mi castigo por poner la cam sin permiso. Al fin y al cabo sí que le desobedecí :( La orden era "no puedes poner la cam sin permiso" y la puse, aunque no se me viera a mi, aunque no hubiera nada de malo en ello. Asi que aceptaré mi castigo ya que asi debe de ser. Lo siento mi Amo, tan solo pensé en deshacerme de los pesados y pasar un buen rato mientras lo hacía. No volverá a ocurrir.

Para los q piden foto, para los q piden cam, para ellos, para todos ^_^

Una ya se cansa de frases como "venga, ¿por qué no me pones la cam?, si no se va a enterar nadie...", "le puedes haber dado sin querer, un despiste lo tiene cualquiera...", "si tu no se lo dices a tu Amo, yo tampoco se lo voy a decir; no se va enterar, vengaaaaaaaa". ¿Acaso no se dan cuenta de que el problema no radica en el mero hecho de que mi Amo se entere o no? Cuando yo acepté a mi Amo y Él me tomó como su esclava, yo asumí mis responsabilidades, del mismo modo que Él lo hizo. Jamás mentiré a mi Amo, le debo un respeto, si en nuestra relación D/s existe confianza es por algo, y ese algo es que no nos ocultamos nada. En mi opinión uno de los puntos más importantes de este tipo de relaciones es la comunicación y la confianza (como creo que ya he mencionado en más de una ocasión), si algo de eso falla, pues como suele decirse "apaga y vámonos" porque tarde o temprano algo saldrá mal :( y alguno saldrá dañado y perjudicado.

No obstante, detrás de estas frases, de estas excusas tan habituales, hay algo más. Se esconde, si bien no de un modo muy sutil, un egoismo a todas luces patente. Si una sumisa dice desde un principio que no se le permite hacer algo, y esa sumisa respeta a su Amo, tengan por seguro que, por mucho que insistan no van a conseguir nada, de modo que ¿por qué insistir tanto? Lo único que están consiguiendo es crear una situación muy desagradable para la sumisa, y posiblemente hacer que ella pierda la confianza que pudiera haber depositado en Ustedes, ya que su insistencia denota un instinto, digamoslo claro, morboso que deja serias dudas respecto a una casta y sencilla amistad.

Me he encontrado en esa situación en muchas ocasiones y naturalmente ha habido veces que no me ha importado lo más mínimo, pero en otras sí que me ha creado situaciones incómodas, ya que se ha dado con gente de confianza e incluso "amigos". Cuando me han dejado explicarme, les he comentado las dos principales razones por las que yo no iba a acceder a mostrar ninguna imagen mía, la primera naturalmente porque no me lo permite mi Amo y la segunda porque de hacerlo, a parte de estar fallando a mi Amo, me estaría fallando a mi. No se si alguien es capaz de entender el sentimiento de culpa y de vergüenza que se siente al saber que estás fallando a alguien a quien respetas y que te importa, a tu Amo, yo no lo soporto, además se que sería incapaz de ocultárselo. No es cuestión de que mi Amo se entere o no (que sí que se enteraría, creanme, yo se lo diría), es cuestión de que no entra dentro de mis "principios" desobedecer una orden de mi Amo, sencillamente no es posible.

A veces, cuando argumento esto, me dicen que mi Amo espera que desobedezca para poder castigarme, bien, respecto a esto, en fin, esa es otra cuestión. Hay muchas cosas en las que puedo desobedecer a mi Amo, pero creanme que prefiero desobedecer a mi Amo mientras juego con Él, y jamás cuando no está Él presente, eso es una falta de respeto que me parece del todo intolerable e inapropiada.

Por último, a aquellos que dicen que el problema radica en mi miedo a los posibles castigos que me pueda infligir mi Amo... Bueno, creo que esto queda fuera de lugar. Aceptaré cualquier castigo que mi Amo considere oportuno ante una falta o desobediencia por mi parte, siempre dentro de nuestro "convenio" ;)

Estoy segura de que esto no es la solución milagrosa para evitar permanentemente estas situaciones, pero por lo menos espero que sí algunas ;) Del mismo modo es posible que no sea la única que piense así, o incluso quizás haya opiniones totalmente opuestas...

Por cierto, también quiero agradecer por supuesto a todas aquellas personas que respetan los deseos de los Amos de no mostrar a sus sumisas y/o esclavas, del mismo modo que la desición de éstas de obedecerles. Muchas gracias. ^_^

Sesiones por Internet

Esta imagene está dedicada a mi Amo, El ha querido que la pusiera y por El la pongo.
^_^

Sesiones por Internet 2

De nuevo va dedicada esta imagen a mi Amo. Son fotos que mi Amo me hace mientras le obedezco fielmente en nuestras sesiones por internet. Hoy espero haberle hecho pasar de nuevo un rato agradable. Un beso mi Amo ;@@@

Una semana dura

<strong>Una semana dura</strong> Esta ha sido una de las semanas más estresantes de lo que llevo de año y tantos agobios no han hecho sino aumentar las preocupaciones e incluso hacer que algunas cosas que creía que ya tenía superadas volvieran a aparcer. ¿Qué hacer cuando esto ocurre? No es fácil. Lo ideal sería tomarse las cosas con calma y tratar de solucionar las cosas una a una, todo a su debido tiempo, pero como siempre los consejos que uno es capaz de dar son difíciles de llevar a cabo por uno mismo. A mi me ha sido totalmente imposible, mis miedos, mis temores, mis malas sensaciones... todo se ha unido y me ha provocado una fase de angustia, ansiedad, tristeza... En otro momento todo habría sido tan sencillo como hablar con una persona cercana, desahogarse, contarle lo que sucede y dejar que me hiciera unos cuantos mimos, pero no se exactamente porqué (o quizás sí que lo se, demasiado bien) no lo he hecho. El paréntesis que acabo de poner no se refiere sino a que a veces mis pensamientos inmediatos son: "debo ser capaz de solucionar mis propios problemas y no tengo que preocupar a los demás con las cosas insignificantes que me ocurran". Soy consciente de lo equivocado de esta recapacitación, pero no puedo evitar que sea de las primeras que me vengan a la cabeza en estos momentos.

Como supongo que ya se habrá notado a estas alturas, no soy una persona precisamente positiva, pero me resisto a que se me tache de pesimista, prefiero pensar que soy bien un "optimista bien informado" o tan solo una persona con los pies en el suelo.

Y ahora la gran pregunta ¿a qué viene todo este rollo? Pues es bastante sencillo. Aunque no soy partidaria de contar mis intimidades (y me refiero a mis pensamientos y paranoias), es cierto que para comprender quizás un poco mejor los hechos, vivencias y experiencias que relate aqui sea conveniente que de vez en cuando vuelque algunas de estas "reflexiones" como gusto de llamarlas.

Por último, y aunque ese es otro tema que es posible que algún día salga, mi Amo me ha apoyado en numerosas ocasiones en las que me sentía de un modo similar a esta semana. Por desgracia esta vez no ha podido ser así, esta vez mi hermetismo ha sido mayor que de costumbre.

Tan solo queda dejar que el tiempo y la vida siga su curso y poco a poco las nubes de mi cielo se disiparán para dar paso a los rayos del sol.

Fidelidad (por decir algo)

Ultimamente he leído en algunas páginas en Internet, foros y chats algunas opiniones acerca de la "fidelidad" en las relaciones D/s y la verdad es que me ha llamdo la atención. No creí que pudiera surgir tanta controversia con una cosa asi, es decir, si todos estamos de acuerdo en que puede haber tantos tipos de relaciones D/s como personas, es lógico pensar, en ese caso, que del mismo modo, habrá diferentes puntos de vista sobre este tema de la "fidelidad".

En mi caso concreto mi Amo y yo no somos novios, somos unos amigos que mantienen una relacion D/s tal y como acordamos en su día. Yo tengo presente que mi Amo está en su derecho a tener cualquier tipo de relación con quien le plazca, eso sí, siempre y cuando se respeten las pautas que previamente acordamos y naturalmente espero que me diga cuando esto así suceda. La eterna pregunta es: ¿y a ti no te molesta? Bueno, pues si dijera que no, rotundamente, mentiría. Me encantaría ser yo la afortunada que disfrutara de mi Amo esas veces que no estoy, pero evidentemente, si eso ocurre es, precisamente porque yo NO estoy (al menos espero que sea por eso xD). Otra cosa diferente sería si mi Amo me planteara tener a otra sumisa. La verdad es que mi respuesta no sería un tajante NO. Por una parte sé que me costaría aceptarlo, es posible que me doliera, pero por otro lado lo pensaría. No soy amiga de los términos generales, me explico, soy partidaria de estudiar cada caso concreto, de modo que no haría una excepción en este caso. Si las condiciones fueran que la sumisa fuera digamos, "para los dos", es decir, que no solo mi Amo disfrutara de ella y que por supuesto yo siguiera siendo la favorita de mi Amo :D , pues en ese caso me lo pensaría ("Si la otra es ella puedes quedarte, si la otra soy yo será mejor que te vayas"). Posiblemente lo que más me induciría a pensármelo sería el interés de mi Amo por tener otra sumisa y el querer complacer a mi Amo, pero es algo que deberíamos pensarlo y hablarlo largo y tendido mi Amo y yo.

En cuanto a el caso contrario, yo la verdad es que no siento necesidad alguna de complacer a ninguna otra persona excepto a mi Amo. Es posible que en algún momento pueda querer satisfacer mis necesidades sexuales y en el supuesto de que mi Amo no esté, si me da permiso, no descarto hacerlo con otra persona, pero en ese caso suele reducirse todo a sexo, sin más. No busco relaciones D/s con nadie que no sea mi Amo, además mi Amo tampoco las aceptaría, no sin estar Él presente.

Hay quienes no comparten estas ideas, pero personalmente me parece que la "fidelidad" va mucho más allá de lo físico. Para mi es más importante que la comunicación y la sinceridad entre mi Amo y yo sea total, mucho más que si mi Amo se acuesta con una un sábado (siempre que me lo digas eh xD)